La cubierta realizada con teja cerámica lleva acompañándonos desde tiempos del Imperio Romano. Su utilización está muy extendida y son indudables sus ventajas, tanto en cuestiones de diseño, como de durabilidad, confort y eficiencia energética.
En España su instalación “tradicional” ha sido con mortero, pero éste no aporta ninguna funcionalidad especial y que al ser preparado en obra no puede garantizarse sus prestaciones. Frente a este sistema de montaje cobra especial importancia el montaje en seco, que además permite una instalación rápida y limpia; la reparación, renovación o corrección de una manera sencilla y económica, y se evita desperdicio de producto.
Sin embargo, una de las características más importantes de la instalación en seco es que facilita la microventilación de la cubierta, por la circulación del aire entre el soporte y las tejas. De esta manera se evitan problemas de humedad y condensación, y se mejora la eficiencia energética del tejado, contribuyendo al confort interior.
La instalación en seco de la teja sobre la cubierta se puede hacer con productos químicos (siliconas, espumas o adhesivos) o con sistemas de fijación mecánica (clavos, tornillos, clips, arandelas, etc.). Nosotros hoy nos decantamos por los sistemas de fijación mecánica, ya que nos ofrecen mayor durabilidad y resistencia a la intemperie. Además, facilitan la instalación de cualquier tipo de teja (curva, mixta o plana), así como su posterior renovación y/o rehabilitación.
Eso sí, a la hora de elegir el material debemos de tener en cuenta su duración. Ésta tendría que ser igual a la del resto de los elementos, de tal manera que no sea necesaria su sustitución y/o reparación antes de tiempo, ahorrando costes innecesarios.
Para la ejecución en seco de cubiertas con teja cerámica existen distintos materiales de fijación: